Mary Escamilla
En la historia siempre hubo, hay y seguirá habiendo grandes mujeres de Dios, pero nos vamos a remontar tiempo atrás hasta una época en especial. Dios amó a muchas mujeres, sí amado lector, aunque usted no lo crea, Él las amó y la Biblia habla de cada una de ellas. Qué extraordinarias mujeres de Dios porque también lo amaron con un infinito y grande amor y lo sirvieron con gran pasión.En estas hermosas y maravillosas historias de las mujeres de Dios, vas a conocer pasajes de muchas de ellas y su gran amor a Él; desde madres, hijas, suegras, hermanas, abuelas, amantes, mentirosas, infieles, idólatras, servidoras, cuidadoras, amadoras y evangelizadoras; predicadoras fieles, instructoras. Unas con amargura, pero a todas ellas Dios las amó y las perdonó porque se arrepintieron y rindieron su vida a Él. Con una de ellas podrás identificarte en alguna área de tu vida, porque sucedieron muy parecidas a las tuyas.Y Él también te ama a ti, no importa la condición en la que te encuentres o por lo que estés pasando, Él te ama así tal y como eres. Nunca dudes del amor de Dios porque es auténtico y verdadero. Él es el único que nunca te abandonará ni te dejará hasta el último día de tu vida. Él siempre estará contigo, confía en Él sobre todas las cosas y lo demás vendrá por añadidura. Él te ama mujer de Dios, tú eres su creación, su linaje escogido, porque eres una hija de Dios por adopción del Padre Amado Celestial.