Ángel Ruiz Cediel
Dos niños nacen el mismo día en la misma maternidad: uno es el vástago de una familia noble, y el otro de una familia humilde; el primero ha nacido en coma, y el segundo, con una salud de hierro. La familia noble, sirviéndose de su influencia y el soborno, se apropia del niño sano, cambiando con el ello el destino que a cada uno le hubiera correspondido. El niño sano crecerá y se hará rico y famoso, llegándose a convertir en un referente social, entretanto el otro niño continuará en coma hasta más allá de los cincuenta años. Enterado el personaje famoso de este cruce de existencias cuando su alter ego recién acaba de salir del coma, decide referirle mediante una sucesión de cartas lo que ha hecho con la vida que debiera haberle correspondido.El autor, valiéndose de esta simple trama, demuestra con la evidencia de los sucesos que han sido noticias nacionales o internacionales que vivimos de facto la más grande conspiración jamás ideada. De hecho, prácticamente nada de cuanto damos por cierto lo es. Como manifiesta Lucifer en 'El paraíso perdido' de John Milton:El mejor partido que nos queda es el de emplear nuestras fuerzas en un secreto designio: el de obtener por medio de la astucia y del artificio lo que la fuerza no ha alcanzado, a fin de que en adelante sepa por lo menos que un enemigo vencido por la fuerza solo es vencido a medias.La realidad, vista desde esta perspectiva, es la de una ganadería apacentada por unos desconocidos pastores, quienes la abrevan en la ignorancia. Con una particularidad: no solo es el alimento de los dioses, sino que, además, se complacen en sacrificarla cruelmente en beneficio de su plan.