Maritza Arcaya Coaquira / Ronald Gutiérrez Araníbar
Si conocernos realmente nos ayudará a ser mejores seres humanos; esforzarnos por este conocimiento es sin duda de primera importancia, de una necesidad impostergable. Toda experiencia social produce y reproduce conocimiento; es por este conocimiento que se vuelve intencional e inteligible; sin embargo, no es, ni ha sido fácil estudiar la realidad del comportamiento humano.Consideremos la premisa de Max Weler: 'La ciencia nunca está hecha, sino siempre se está haciendo', que la ciencia no está acabada sino que está en permanente construcción, de suerte que las generalizaciones expresadas por sus teorías, leyes y principios solo representan los esfuerzos logrados para aproximarnos a esta realidad; entonces, nos encontramos con un abanico extenso de posibilidades y horizontes en esta dirección; además tenemos muchos representantes preclaros (Thomas S. Kuhn, Karl R. Popper, Ludwig Wittgenstein, Michael Polanyi, Wilhelm Dilthey, Stephen Toulmin, Imre Lakatos, Norwood R. Hanson, Paul K. Feyerabend) ofreciéndonos un universo de propuestas activas y creativas.
