Liz Bourgogne
Amalia ha tenido la fortuna de nacer en la comunidad de San Ildefonso Tultepec, en el municipio de Amealco de Bonfil, en Querétaro, México; cuna de las ya mundialmente famosas muñecas artesanales otomíes. Rodeada de un ambiente en el que se mezclan la pobreza y la riqueza, la tradición y la innovación, ella buscará salir adelante al tiempo que lucha por defender la identidad de su pueblo, la propia y el talento individual que, en su caso, se orienta hacia la música. Así, por intermedio del violín, encuentra desahogo en un ambiente limitado por las expectativas familiares.