Ricardo Jiménez
El arte de la villanía, un libro que pone al descubierto la necesidad de todos por triunfar, sobresalir y tener éxito con la maldad artística, la que permite desdibujar límites y reemplazarlos por obsesiones coloridas, no la que suplanta el anhelo del otro para sentirse alto y poderoso.Somos los héroes de historias de fantasía que nosotros mismos nos inventamos, poniendo en el lastre de villanos a los que no piensan igual o a los que no actúan como consideramos que es lo correcto. De este modo, el libro evidencia que existen diferentes tipos de villanos: los que son catalogados así porque en el afán del cliché de “ser alguien en la vida” opacan a los protagonistas. Otros los que en lugar de usar colores varios solo emplean el rojo de la sangre de los que son víctimas reales, y el negro de su desconocimiento para alzarse en medio de su desmedida sed de poder.“Por eso, en un mundo de hipocresía disfrazada de bondad, yo prefiero ser el malo. ¿Qué sería de los mártires sin nosotros los villanos?”.
